Nuestro protagonista es un huevo muy bueno: te riega las plantas, te cambia los neumáticos ¡y hasta te pinta la casa! Si necesitas ayuda para lo que sea, él es tu huevo. Pero, a veces, ser demasiado bueno no da el mejor resultado...
Una historia divertida y encantadora, perfecta para leer en voz alta, que nos recuerda la importancia del equilibrio, el cuidado de uno mismo y la aceptación de los que queremos.