Mi hijo de 6 años empezó 1er grado y le ha costado mucho dejar su etapa de “niño chiquito” expresando su frustración con rabietas incontrolables
Con este libro (que leemos todas las noches juntos) he podido enseñarle cómo se demuestra cada emoción y así el ha podido identificar sentimientos que no sabía cómo expresar. Ayudándolo así a darle herramientas de cómo manejarlas .
A él le encara su libro y a mí también