Elmore Green, como muchos otros niños, empezó su vida siendo hijo único. Tenía una habitación solo para él, y todo lo que había en ella era suyo. Sus padres creían que él era el niño más adorable del mundo. Pero un día, todo cambió…
Con la llegada de un hermanito, la atención ya no era toda para él y a los adultos parece gustarle aún más el pequeño. Ahora tiene que adaptarse a su nuevo hermano, ya que es más pequeño.
Pero, a medida que su hermano crece, descubre que tener un hermano puede ser incluso mejor que ser hijo único.