Lucas estaba convencido de que había nacido para volar. Miraba los aviones, intentaba fabricarse alas de todo tipo, ¡incluso pidió poder volar como regalo de Navidad! Pero nada parecía funcionar... Un día, su madre le explicó que había otras formas de cumplir su sueño y le puso un libro en las manos.
Ese mismo día, sin darse cuenta, Lucas empezó a volar...