Con el paso de los años, mi experiencia personal y el trabajo que hago escuchando a otros como psicólogo clínico, me han hecho pensar que hay ciertas cosas que si hubiésemos aprendido desde pequeños, nuestra vida adulta sería distinta.

Me encantaría que las escuelas incluyeran en el pénsum más lecciones para la vida, además de los contenidos académicos tradicionales. Cosas realmente útiles y necesarias tipo: aseo personal, cómo estructurar un mensaje asertivo y cómo elaborar un presupuesto; tan importantes como las matemáticas y el castellano.

No me malinterpretes, hay demasiadas cosas magníficas que le debemos al sistema educativo y algunas otras tantas en las que creo que, como todo, tiene áreas de oportunidad. En especial, hay 3️ materias que agregaría en los colegios:

1. ​ ​Gestión emocional y comunicación asertiva: las emociones viven con nosotros desde que nacemos. Entender qué son y cómo manejarlas nos ahorraría tiempo y dinero en terapia. Por otro lado, la comunicación es la principal herramienta que tenemos los humanos para vincularnos. Practicar la asertividad desde temprano nos regalaría relaciones más sanas y funcionales. ​ ​
2. Educación financiera: tal como la salud física y mental, la salud financiera también es uno de los pilares de la salud integral de un individuo. El manejo básico de Excel y cómo hacer un presupuesto deberían ser canasta básica de un pénsum académico. ​ ​
3. Salud sexual y reproductiva ¡sin pelos en la lengua!: con información clara sobre todos los métodos anticonceptivos que existen en el mercado, las consecuencias del embarazo adolescente y no planificado, y el buen entendimiento y prevención de enfermedades de transmisión sexual que incluya pronóstico y tratamiento. Aquí también incluyo la planificación familiar.

 Estas son 3, para desarrollar sólo algunas, pero hay muchas más. En mi Instagram @ariannacondoblen consulté a la audiencia cuáles otras materias agregarían a la lista y las sugerencias fueron tan buenas como numerosas:

• Ecología y medio ambiente
• Alimentación y hábitos saludables
• Negociación
• Aprender a pensar (estructura y análisis)
• Mindfulness y yoga
• Planificación y manejo del tiempo
• Autocuidado y etiqueta
• Primeros auxilios

Desde luego, las escuelas no pueden asumir la responsabilidad completa de la educación de los niños, ese es un deber que se comparte con las familias y trabajo que también hay que hacer en casa. Además que, siendo realistas, sería imposible que el pensum escolar pudiese abarcar absolutamente todos los contenidos. Por otro lado, entiendo también que no se puede pretender que los docentes sean especialistas en tantos tópicos y que cambios tan profundos en el sistema educativo, como el que estoy proponiendo, tomaría mucho tiempo.

Así entonces, debemos seguir trabajando desde el hogar en aquellos contenidos valiosos (y honestamente difíciles de enseñar) que no se tocan en las escuelas.

Los libros, por ejemplo, son grandes aliados para apoyarnos, tanto a padres como a docentes, a instruir de manera divertida sobre temas de interés y a darnos ideas a los adultos sobre cómo hablar de ciertos temas importantes que no sepamos abordar.

Arianna Sánchez

Psicólogo, promotora de bienestar y -recientemente- mamá